Buscamos clientes… buscamos crecimiento… buscamos que nuestra marca se transforme en un referente dentro de nuestro mercado o industria y que nuestros contenidos, estrategias de marketing y acciones pensando en la atracción de nuestro target, emergen como un ejemplo de “algo bien hecho”.

Avanzamos por el ciclo del engagement, de las emociones, de la fidelización desde los sentidos y la relación con los clientes deja de ser un camino separado del crecimiento de nuestra marca.

Buscamos el impacto en las emociones porque de ellas nacen las necesidades, buscamos generar la confianza y credibilidad que hoy tienden los puentes de desarrollo par alas marcas.

Es por ello que nos adentramos en el ABC de la relación con los clientes, vamos a analizar los conceptos que debemos dominar si queremos atraerles hacia nosotros.

Conversión. Un gran caballo de batalla. La conversión es uno de los ítems más explicativos de la eficiencia de nuestras estrategias. Pensemos por un instante que sólo hay dos razones de peso por las que un cliente no se fideliza con nuestra marca; no satisface sus necesidades o no le interesa lo que ofrecemos.

Para evitar que nuestra marca quede frenada ante la falta de conversión, es indispensable que antes de lanzarnos con cualquier estrategia, tengamos claro qué esperan de nosotros y cuáles son los productos/ servicios que están buscando.

Recordemos que hoy, el branding, el marketing, las acciones con las que buscamos atraer a nuestros clientes, tienen como principal objetivo, la evangelización.

¡En las redes sociales se construyen vínculos, no cifras de ventas!

Si buscas la conversión de tus clientes debes conocer la secuencia del éxito:

1- Identifica tu talento
2- Analiza las necesidades de tu target
3- Evalúa qué hace tu competencia
4- Establece una coherencia entre tu talento y sus necesidades
5- Define tus palabras clave
6- Crea un mensaje único y directo a los sentidos de tu target
7- Establece una estrategia que tenga en cuenta el SEO, los contenidos y la acción social
8- Mide, mide, mide y vuelve a empezar

 

Sólo cuando nos focalizamos en las necesidades ajenas, estamos teniendo en cuenta a la conversión en la construcción de nuestra marca que hoy… como todas las marcas… ¡ propiedad del cliente!