Sí… resulta complejo…no en vano, todo lo relacionado con los Recursos humanos de las empresas, se ha visto modificado desde la médula con la eclosión de las redes sociales.

• Hoy, sabemos que los organigramas no se construyen en forma vertical.
• Hoy, sabemos que cuando hablamos de líderes lo hacemos pensando en visionarios, con capacidad para empatizar y con auténtica vocación de servicio hacia el cliente (interno y externo)
• Hoy sabemos también, que la exaltación y exposición de la ética, es uno de los pasos previos a cualquier crecimiento.

Y partiendo de éstas 3 premisas esenciales es que nos atrevemos a decir que en el momento actual, sólo cuando se gesta la competitividad desde la entrega de empatía, es que hablamos de una empresa 2.0 y sólo cuando la exposición se realiza tras haber logrado transitar por las premisas de la nueva empresa, es que nuestras estrategias tienen posibilidades de éxito.

Debemos aceptar que la empresa sólo convence, sólo enamora y sólo genera engagement, cuando ha logrado su mutación de la verticalidad de los organigramas a la horizontalidad de sus equipos.

Hablar de empresas 2.0, hablar de reputación, de empatía y de eficiencia, son aspectos esenciadles de la inteligencia competitiva sin la cual hoy, es imposible construir una empresa.

Finalmente, no podemos olvidar que en todos y cada uno de los colaboradores que conforman nuestro equipo de trabajo, hay un líder 2.0 en potencia, es responsabilidad del nuevo liderazgo identificar dichos talentos y ubicarlos en el lugar dónde más eficientes resultan sus acciones.

¡Vivimos el ciclo de la empresa guiada por el motor de la acción social! Debemos ser éticos, empáticos y líderes… así es como hoy, define la empresa 2.0 a la nueva inteligencia emocional.